viernes, 3 de diciembre de 2010

Suicidio pasional

Fue un asunto de ñoquis, nada tuvieron que ver los raviolis; así que son injustas las sospechas y acusaciones de la Comisaría de la Pasta. En realidad tampoco fue asunto de ñoquis, vamos a sincerarnos. Ellos, seguramente, no estaban al tanto del desequilibrio nervioso de la salsa blanca, ni de su hipersensibilidad ante el rechazo (ha sido tantas veces rechazada la pobre que no soportó más). Cuando a los ñoquis le propusieron: pesto o salsa blanca, ellos apostaron por el pesto. Sí, malditos homosexuales, se revuelcan con el primer italiano que se les atraviesa en el plato, espetó furibunda, entre borbotones, la salsa blanca mientras hervía en la olla. Y sin meditar el paso en falso que iba a dar, se arrojó sobre el procesador donde se licuaban los tomates para el gazpacho de la tarde.

Nadie lamentó su muerte, estúpida salsa blanca, ahora hecha un aguaje rojo.

9 comentarios:

BLUEKITTY dijo...

Es curioso. Mi comida favorita (mi segunda) son los ñoquis.
Y de hecho los prefiero con salsa roja antes que blanca. La próxima lo pensaré...no sea que lastime los sentimientos de alguien sin saberlo!

Carolina dijo...

Je, Blue, tu comentario estuvo cómico. Ahora habrá que tener más cuidado con los sentimientos de algunos platos. Qué vaina.

Javo dijo...

No pude evitar recordar esto, que publiqué hace ya un tiempo en mi blog, al leer tu entrada. http://parasilencios.blogspot.com/2009/11/muneca-de-sabores.html
Linda familia esa que tienes en esas fotos. ¡Saludos!

Carolina dijo...

Hola, Javo, la familia te envía saludos. Me fui a visitar tus muñecas de sabores; ten cuidado con las muñecas, hace tiempo una amiga comenzó a escribir un cuento con muñecas, y de pronto empezaron a perseguirla. Un día, me envió una foto graciosísima de una muñeca negra, asomada en la ventana de un edificio.
De eso a la musiquita de la dimensión desconocida hay un solo paso. ¡Cuidao, pues!

Anónimo dijo...

Saludos, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!

Carolina dijo...

Saludos, Sr. Anónimo.

RebecaTz dijo...

Me encantan los ñoquis, y más si forman parte de tan buen microrrelato suicida.

Carolina dijo...

¡Ñoquis!hmmmm, se me cae la baba como a Homero cuando piensa en donas o en lo que sea, que sea comestible.

Carolina dijo...

¡Ñoquis!hmmmm, se me cae la baba como a Homero cuando piensa en donas o en lo que sea, que sea comestible.